Versión extendida del artículo publicado en
A nadie que haya leído con anterioridad mis columnas y/o blogs le pudo haber caído de sorpresa el encabezado que La Jornada Aguascalientes publicaba el lunes pasado. Sabrán también que soy un defensor de la postura que sostiene que un país que invierte en Educación, Ciencia y Tecnología apuesta por el éxito. Pero parece que vivimos en un país que no piensa así.
Pero si el México como está mal en general, Aguascalientes no canta mal las rancheras como estado. La nación invierte tan solo el 0.4% de su Producto Interno Bruto (PIB) en la investigación, mientras que países como Suecia invierten el 3.8% yla Organizaciónde Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y otros organismos internacionales estiman que cualquier país debiese invertir aproximadamente el 2% de su PIB.
Aguascalientes invierte tan solo el 0.5% (y eso siendo muy optimistas) en investigación y desarrollo, lo anterior lo reconoce el Presidente dela Comisiónde Ciencia y Tecnología en enla LXILegislatura, José Ángel González Serna para el diario ya mencionado. Siempre escuchamos la misma historia, “el próximo año, uno de los objetivos dela Comisiónde Ciencia y Tecnología será incrementar los recursos para la investigación”. Si bien se acaba de “crear” el Instituto del Conocimiento, este no es más que una modificación al antes Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Aguascalientes (CONCyTEA), es decir, un cambio de imagen política más que sustancial. ¿Por qué no en lugar de cambiar logotipos, papelería y nombre de los organismos políticos no se invierte en Ciencia, Educación y Tecnología?
No estoy descubriendo el hilo negro, ni proponiendo un cambio basado en una suposición, los ejemplos son tangibles, Suecia, Finlandia, Suiza, Alemania, Japón, Estados Unidos e inclusive China la nueva potencia mundial, han invertido en educación, investigación científica y tecnológica y sus inversiones de tan solo un 2% se han visto redituadas con creces. ¿Cuánto no generan en riqueza las ventas de sus nuevos inventos?
Pero en México la corrupción puede más, le damos nuestro dinero en educación a la maestra Elba Esther, patrocinamos investigaciones de productos milagro, gastamos millones de pesos en la “imagen de nuestra alcaldesa” (archivo PDF), celebramos que Calderón anuncia una “cobertura universal en salud” a nivel nacional, donde no hay ni siquiera el cuadro básico de medicamentos para atender diabetes en las clínicas especializadas en este padecimiento, pero de la ciencia, la tecnología, la educación y la salud, nunca nos acordamos.
Lo único que recuerdan los legisladores es cobrar su bono navideño, su despensa, etc. Si bien nunca se detiene, estamos en cuenta regresiva para ver la reactivación del mayor desperdicio de recursos económicos, las precampañas políticas, donde con autorización el IFE (y sin ella), los partidos políticos tiran a destajo miles de millones de pesos a la basura. Entiendo perfectamente que es necesario dar a conocer sus “ideas” y sus planes para conseguirlas, pero son por lo general y muy optimista en un 90% mentiras. Hablarán de salud, de educación, de ciencia, de tecnología y desarrollo, y cuando ganen se olvidarán de ello. Los perdedores gastarán nuevamente millones de pesos para decirnos que con ellos estaríamos mejor y los ganadores para decirnos que gracias a ellos estamos en las nubes… pero de la deuda y el retroceso.
Por ejemplo, puede opinarse que se deben retirar las drogas de las calles o defender la legalización de las mismas, pero al igual que el tabaco, se sabe que por lo general son dañinas para el organismo. Los retractores de la legalización aseguran que esta expondrá más a nuestros niños y jóvenes a la drogadicción, los defensores refieren que no es así y que ello disminuiría la “necesidad de delinquir”.
Pues bien, para combatir las drogas más que las armas está la educación, no importa se son legales como el tabaco o el alcohol o bien ilegales como la marihuana, la cocaína y el éxtasis, si nuestros niños y jóvenes no están educados, caerán en ellas. Si no tienen una formación verán en la delincuencia una salida.
El problema radica que invertir en educación, ciencia y salud son poco impactantes, poco electoreras. No impactan pues los verdaderos resultados no caerán en el sexenio en curso y podríamos “regalarle” el éxito a los del otro partido.
¿Y el país? Este es el último que le importa a nuestros políticos… Y SÍ, ESTO ES UNA CRÍTICA. Escribo esto, antes de que se apruebe la ley que nos regresa a la censura, a la opresión, porque entonces los ofendidos por mis textos tendrán el derecho de encerrarme en la cárcel por criticar su no hacer nada, su quedarse con el dinero del pueblo. Un aplauso al Diputado PRIísta Arturo Zamora Jiménez por su ley de “Difamación Electoral” (alias Ley Mordaza), él junto con su compadre Fernández Noroña del PT y otros compinches del PAN demuestran que para esto si pueden ponerse al unísono. Un retroceso más para nuestro país… ahora con una pantomima, el “retiro de la propuesta” ¿Será para agregarle más basura?