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Un tema recurrente en mi consulta diaria es la utilidad de los tratamientos con células madre y es que es un tema tan de boga debido a los debates éticos, legales y religiosos que giran en torno a este tema que mucha gente por ignorancia e idiosincrasia, los rechaza generalmente guiados por lo que les dijeron terceras personas, ya sea el sacerdote o la vecina, incluso por un juicio preformado sin sustento alguno. Pero a su vez caen en los juegos de cientos por no decir miles de charlatanes que ofrecen tratamientos maravilla que todo lo curan en base a células madre.
¿Contradictorio? Así somos para esto y para mucho más. Pero enfoquémonos en los tratamientos con células madre.
Desde el punto de vista científico y médico, es uno de los avances más grandes que se han tenido para lo que promete ser el tratamiento e inclusive cura de muchas enfermedades que hasta ahorita se consideran incurables, como la diabetes mellitus, la enfermedad de Parkinson y la sección medular entre muchas otras. Existen cientos de protocolos de estudio que buscan encontrar las utilidad de esta terapia apegados a los más estrictos criterios científicos.
¿Qué son las células madre?
Antes que nada es una célula que tiene la capacidad de multiplicarse por mitosis, lo que permite a los científicos tener cientos o miles de células a partir de una sola. La otra característica importante de las células madre es su capacidad de diferenciación o especialización, es decir, tomar las características de una célula en especial, por ejemplo una misma célula tendrá la capacidad de convertirse en una célula cardiaca, una neurona o una célula hepática.
En resumen existen cuatro tipos de células madre, totipotenciales, pluripotenciales, multipotenciales y unipotenciales. La clasificación se basa en las posibilidades de la célula de diferenciarse en todo un organismo hasta en un único tipo de célula dependiendo del lugar donde es obtenida.
En adultos es posible encontrar células madre multipotenciales, es decir que serán capaces de generar diferentes tipos de células procedentes de su mismo linaje celular, por ejemplo una obtenida de la médula ósea puede dar origen a células musculares, adipositos o del hueso entre otras. Ahora bien, para con mayor potencialidad es necesario por lo general obtenerlo del embrión, existen técnicas experimentales para obtenerlas sin que ello implique la destrucción del embrión, lo que derribaría la oposición de aquellos que se oponen al uso de células madre por su convicción antiabortista.
Ya sabiendo de lo que hablamos, las hipótesis lanzadas por los científicos se basan en regenerar tejidos utilizando para ello la potencialidad de las células madre, sustituyendo así por ejemplo, el tejido muerto en el miocardio por tejido sano de corazón tras haber sufrido un infarto.
Es importante mencionar que casi (recalco casi) todos los tratamientos están en fase experimental, ya esa en nuestro país o en el resto del mundo, por lo que en casi todos los países aún no es aceptado como un tratamiento y el paciente debe firmar un consentimiento informado donde acepta ser parte de un protocolo de estudio. Debo señalar esto ya que en Estados Unidos han detectado un fenómeno al que han tenido a bien denominar “turismo de células madre”. Por ello se entiende a todos aquellos que viajan a otros países en búsqueda del ansiado tratamiento aún no autorizado o incluso prohibido en el suyo.
Los motivos por los cuales se pueden prohibir ciertas terapias son por ejemplo no haber demostrado un efecto positivo, representar un mayor riesgo que beneficio o inclusive resultar riesgoso. Para ejemplo el miércoles pasado en la sección de ciencia de La Jornada nos hablaban de una persona que había fallecido en China tras haber sido sometido a un tratamiento con células madre.
Pero no es ni será el único caso, tristemente nuestro país parece estar dentro de uno de los destinos de los turistas de células madre y es que cualquiera puede ofrecer aplicarlos de una u otra manera. Tenemos por ejemplo aquellos que ofrecen cremas con células madre como el Teatrical o el Celunuvel. En el primer caso si vemos la etiqueta dice que ofrece células madre de…. ¡manzana! ¿Será para tener cutis como la piel de la fruta?
En realidad es que resulta demasiado costoso “producir” líneas de células madre, secuencias de ácidos nucleicos, etc. Por eso resulta tan asombroso el costo a los que ofrecen varias de estas terapias maravillas y no nos debe caber la menor duda de que se trata de una tomadura de pelo.
Pero, ¿qué hay de aquellos que se disfrazan de ciencia? Si bien los anteriores hablan de “años de investigación” existen otros charlatanes que disfrazan sus fraudes de un toque aún más médico, por lo general incluso copian algunos de los protocolos que se tienen a nivel mundial y los replican pero sin ningún tipo de control, aparentemente algo de lo que pasó en China.
Otros ofrecen implantar órganos de embriones de animales, por ejemplo hipófisis de fémur de embrión de cerdo o timo de oveja negra, ya sea al natural o liofilizado para aplicarlo inyectado, sin que esto realmente esté estudiado bajo ninguna supervisión científica o que algún comité bioético lo hubiese aprobado y es que no lo harían ya que no cuenta con ningún sustento para su “hipótesis” si es que en realidad existe.
Así pues amigo lector, tengamos cuidado de en manos de quién nos ofrece un tratamiento, sobre todo cuando ofrece curar muchas cosas, niegan cualquier efecto secundario o que nos resulte realmente asombroso el costo con respecto a otros en el mercado (si es que existen).
El tratamiento con células madre, científicamente avalado, representa como lo mencionaba al principio, una gran esperanza para la comunidad científica, sobre todo por los beneficios que parece ofrecer a la población en general, pero tristemente con la bonanza vienen los charlatanes que intentarán obtener su tajada a base de fraudes disfrazados de ciencia, tenga cuidado cuando decida a quien le entrega su confianza, y le encarga su salud y su vida.