Un día escribió esto Stefan Zweig y dime si no tiene razón. Espero que no se equivoque y estemos viviendo una de esas “contadísimas ocasiones” en que el destino está en manos de indolentes. Porque en algo no atinó, no es uno, tenemos a los nuestros en México, pero pululan en el mundo hoy…
«El destino impulsa a los poderosos y a los violentos. Durante años se convierte en el esclavo servil y sumiso de un solo hombre — César, Alejandro Magno, Napoleón—, pues ama al hombre elemental, que se asemeja a él, incontenible elemento. Pero a veces, en contadísimas ocasiones a lo largo de todos los tiempos, llevado por un peregrino humor se echa a los pies de algún indolente. A veces, y éstos son los momentos más asombrosos en la historia universal, el hilo de la fatalidad cae durante una fracción de segundo en unas manos por completo incompetentes. Ante el embate de la responsabilidad, que les introduce de lleno en el heroico juego de fuerzas cósmicas, tales hombres, más que afortunados, se sienten estremecidos, y casi siempre dejan que el destino que se les ha caído encima se les escape entre las manos temblorosas. Sólo muy rara vez alguno de ellos, enérgico, enaltece la ocasión y con ella a sí mismo. Pues tan sólo por un segundo se entrega lo grande al insignificante. Y al que desaprovecha ese momento, jamás le concede una segunda oportunidad».
Fragmentos de: Momentos estelares de la humanidad. Catorce miniaturas históricas.