Versión extendida del artículo publicado en
Tras una semana de ausencia* regreso con noticias nuevas bajo el brazo, resulta que como ya lo habíamos comentado en alguna columna anterior, la epidemia de sarampión es una realidad, se reportó el primer caso de esta enfermedad exantemática en nuestro país, una niña que venía en un avión procedente de Francia.
Yo no digo que esté mal defender una postura diferente a la de la mayoría, de hecho creo que es un acto respetable y en muchas ocasiones lleno de valentía y que merece mi admiración, pero para hacerlo hay que tener bases y no estar guiado por obscuros intereses. Tal es la situación de los grupos antivacunas, quienes basan sus protestas en argumentos tan superfluos e infundados como el interés económico de la industria farmacéutica y en estudios que ya han demostrado su invalidez como el del Dr. Wakefield, líder de este movimiento, etc. Hoy sus acciones ya tiene resultados, una epidemia de sarampión, una enfermedad que se creía controlada (no es lo mismo que erradicada) y que ya ha cobrado vidas.
Lo que más me puede molestar es el hecho de ver como la gente pone en riesgo su salud, por creer ciegamente en personas como Wakefield o en los productos milagro, tales como el Teatrical Células Madre, con supuestas “células madre de manzana” para tener cutis de fruta, sin importar además, que es imposible que la piel absorba una célula, sea cual sea, pero eso sí, lo anuncian Maribel Guardia y Thalía. Defienden con uñas y dientes tratamientos de dudosa calidad, basados en un pseudonacionalismo y un clásico paternalismo hacia el pobre científico mexicano que sufre porque su pseudodescubrimiento no es reconocido, sin darse cuenta de que apoyándolo afectan más a la ciencia mexicana, pues cartas de presentación como el Dr. Solis y su “fotosíntesis humana” lo único que causan es la burla de la comunidad científica.
Y luego por azares del destino me encuentro viendo un programa en la televisión llamado “Netas Divinas”, donde una de las conductoras, que después me averigüe se llama Gloria Calzada dijo en resumidas cuentas, que no ve el para qué dar Química y otras materias a los estudiantes de nivel medio superior.
Comentario que fue respaldado al unísono por sus compañeras, quienes comentaron que lo que deberían hacer los muchachos es escoger qué materias quieren tomar según fuese su vocación. Me pregunto, ¿todos los chicos de 15 años ya tienen claro cual es su vocación? Puedo asegurar que la gran mayoría no. De hecho muchos de los que en su juventud tenían problemas con Matemáticas, Química, etc. y hoy son actuarios, químicos, ingenieros o médicos.
Sin duda un pensamiento tan mediocre como este, es el que incrementará que nuestros jóvenes el día de mañana, tengan los problemas que tenemos hoy con sus mayores, gente que fácilmente cae en los juegos de vendedores de fantasías, verdaderos merolícos que venden productos mágicos sin ton ni son, disfrazados de ciencia. De hecho, es muy probable que la juventud actual, con los niveles de educación que manejamos incremente este pensamiento mágico-religioso, lejos de lo que esperaríamos si se les brindara una verdadera educación bien sustentada.
En definitiva, si dejaramos que nuestros jóvenes escogieran en la secundaria que materias quieren llevar, inclusive en los primeros años de bachillerato, es muy probable que tuvieramos muchos “artistas”, no porque esa fuera su vocación real, sino porque son las inquietudes naturales de un chico de esa edad, pero teniendo a Gloria Calzada, Thalía, Maribel Guardia como ejemplo ¿qué podemos esperar? Sin duda alguna y sí seguimos como hasta el momento próximamente Paulina Rubio, con su acento falso y mal pronunciado de española, anunciará la maravillosa fotosíntesis humana y Ninel Conde dará testimonio fidedigno de que las vacunas provocan surimis.
Nota previamente publicada en Ultra.com.mx
*Mi actividad la divido entre El Ocio de la Ciencia y Medtropoli.net