He tratado de escribir este artículo de distintas maneras, en general ninguna me ha «llenado el ojo», tal vez porque he querido seguir reglas de redacción y no he dejado que las ideas fluyan, es por ello que retomaré ese estilo.
La Ciencia y la Tecnología han dado avances muy importantes, tal pareciese que pasa el tiempo y la cantidad de descubrimientos y novedades se exponencía, esto guarda una lógica, conforme la bases son más sólidas, es más fácil seguir creciendo, por ejemplo, los cálculos que antes se hacían manualmente y requerirían días de trabajo, hoy una computadora los realiza con tan solo apretar un botón y no, no podemos decir que lo está haciendo por sí misma, puesto que fue inventada, diseñada, modificada y programada por seres humanos, pero el tiempo en la «línea de producción» se ve afectada. Así pues, que estamos innertes en las nuevas tecnologías, incluisve aquellos más apáticos ante el tema, sin querer participan en este círculo.
Leía el artículo publicado por el Dr. Jair García-Guerrero en el Maletín Cultural de la AMIDA Oaxaca A.C. No. 34, en él toca un tema que a mí particularmente me apasiona, el internet, en particular la Web 2.0 y su uso en la Medicina, especialmente en la Medicina Integrada. Esto me remontó a la historia de la especialidad, donde los miembros de la primera generación nos enteramos de su existencia gracias a internet y también a través de este medio, ahora sí una Web 2.0, se lanzaba la convocatoria a reunirnos y conocernos, es decir la Medicina Integrada ha estado desde sus orígenes ligada a las nuevas tecnologías.
Como menciona el Dr. Jair García-Guerrero, esta especialidad, por nacier en esta era, está por orígen y necesidad, vinculada a las nuevas tecnologías, pero no solo ella, sino cualquier médico en formación e inclusive los actualmente activos. El uso de las redes sociales ya no puede ser una opción más, sino una herramienta cotidiana en la Medicina, los médicos tenemos la obligación de generar nuevos conocimientos, pero en particular en compartirlos, es por ello que la Web 2.0 ofrece una plataforma sólida, dónde el intercambio de opiniones, experiencias y evidencias entre colegas puede realizarse de una manera fluída, sencilla y rápida, acortando las distancias y disminuyendo los costes que esto implicaba, sin sustituir por supuesto la comunicación personal.
¿Deshumaniza el internet? Estoy convencido de que no, es más a través de Medtropoli.net y otras redes sociales, he tenido el honor de conocer a distintas personas, médicos y ajenos a la Medicina, preocupados por mejorar el trato entre los seres humanos. Inclusive me atrevería a decir que a facilitado el diálogo entre las personas, quienes antes por su postura no se hubiesen sentado a dialogar; aunque curiosamente estudios en la Universidad de Michigan muestran que no ha logrado romper con barreras políticas (y muy probablemente lo mismo suceda con situaciones similares).
Tal vez la mayor limitante en nuestro país para el desarrollo del internet sean las diferencias socioeconómicas, una realidad es que el uso del internet y en particular de las redes sociales está concentrado en las grandes urbes y en cambio en la población rural, particularmente las indígenas, esta realidad parecería muy lejana. Aún así, estoy convencido que en forma indirecta pueden beneficiarse de ellas, por citar un ejemplo, el médico estará más actualizado y obviamente ello se verá reflejado en la efectividad de sus acciones (no hablo de calidad, pues es un término más engloba desde el trato al paciente que con el conocimiento cientfíco).
En cuanto al intercambio de conocimiento a través de las redes sociales, un estudio reciente realizado por el Pew Research Center’s Project for Excellence in Jornalism revela que la publicación de conocimientos científicos en forma general, es mayor en la blogsfera que en los medios tradicionales, ahora bien, si se analiza la Medicina aún es mayor el porcentaje de artículos médicos publicados en prensa tradicional en relación a otras temas, cuando lo comparamos con la proporción que tiene esta en las redes sociales, tal vez por una parte guíados por las barreras autoimpuestas por los médicos, en ocasiones en forma justificada, a evitar publicar en Internet información que luego el público pudiera utilizar sin experiencia, provocando mayores daños. Aún así hay un incremento importante y sin duda conforme se pueda tener un mayor control sobre lo publicado y su disponibilidad a un público seleccionado se incrementará aún más; esto me pone a pensar en que los gobiernos de los diferentes países deberán generar una especie de homolgación de claves profesionales, ya que el acceso a internet es universal y libre de fronteras.
De la importancia del conocimiento sobre Internet y cómputo, habla el Dr. José Narro Robles, rector de la U.N.A.M. al poner en marcha una red inalábrica de Internet en Ciudad Universitaria el día de hoy:
La nueva sociedad de la información que se ha gstado durante los últimos años, cada vez más interactuante, enfrenta la amenaza de nuevas formas de analfabetismo, como el informático.
Sin embargo, junto a este peligro se tienen grandes posibilidades de aprovechar las nuevas tecnologías que deben ser incluyentes y contribuir al desarrollo de un mayor número de núcleos poblacionales.
Es así que los avances tecnológicos deberían ponerse al servicio del hombre, pero con el cuidado tal de que realmente funcionen en pro de la humanidad y no en un deterioro de las relaciones interpersonales. Ahora bien, tenemos contrapartes, como nos lo hace ver Rick Payne, donde considera que el uso de los expedientes electrónicos puede afectar la consulta médica y es que definitivamente la tecnología guarda riesgos y será responsabilidad de cada uno de nosotros la manera en que los usamos. Comentaba ya en algún artículo anterior en Medtropoli.net que la tecnología puede ser una limitante en la consulta médica, llegando a menoscabar la interacción que guarda el galeno con su consultante. Es por ello que no debemos dejar a un lado estos aspectos, ni querer basar tampoco toda nuestra actividad a una computadora.
Trataré de marcar una postura clara, la informática es de utilidad para la actualización, para establecer vínculos, pero jamás podrá suplir una consulta frente a frente, si bien no estoy en contra de que se pueda hacer una consulta rápida o por ejemplo vigilar el estado de algún paciente, si tuvo dudas sobre la administración de un medicamento o inclusive como herramienta en la adherencia terapeútica (ya utilizado en algunos países con pacientes ancianos), las nuevas tecnologías no puede sustituir a la consulta clínica, desde la recepción hasta la prescripción del tratamiento, pasando por la exploración.
Es bajo esta postura, que considero el médico puede fotalecer los vínculos con sus colegas, pacientes y la sociedad en general, incrementando sus conocimientos, ofreciendo nuevas formas de atención, pero sin que ello implique un distanciamiento como individuos, mas bien por el contrario, siendo un fortalecimiento, estrechando las barreras de la distancia, razas, credos e idiologías políticas. Es por ello que la formación de los nuevos médicos, de los especialistas y en particular la Medicina Integrada, deben estar preparados en el uso de estas nuevas herramientas.
Algunos países como España nos llevan la delantera, pero estoy convencido de que en México vamos por buen camino, a veces pensaría que con cierta apatía, pero artículos como el de Aitor Guitarte, me deja ver que allá sucede lo mismo, aún cuando ya tuvieron el I Congreso de la Blogosfera Sanitaria
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