La musicoterapia en el Alzheimer tiene beneficios comprobados como la liberación serotonina, el neurotransmisor encargado de regular nuestro estado de ánimo y de inhibir la ira.
Pero además, entre otros beneficios, favorece la reminiscencia, la capacidad de evocar recuerdos.
Tuve una paciente muy querida que, en muchas ocasiones, lo único que nos ayudaba a sacarla de períodos de ansiedad o letargo era hacerla cantar la Marsellesa. No era francesa, y jamás le he preguntado a su hija (hoy mi paciente) el significado que tenía para ella.*
En mi caso, mi abuela volvía un poco con «Asturias, patria querida», como buena asturiana. Y con una canción de cuna con la que nos durmió a todos lo nietos, mientras nos “arrullaba” casi hasta desnucarnos.
La ciencia detrás de la musicoterapia en Alzheimer
Algunos estudios han mostrado que la capacidad de cantar canciones relacionadas con experiencias pasadas de los pacientes con Alzheimer se mantiene hasta estadios finales de la enfermedad. Esto se debe a que las redes neuronales musicales que implican la memoria y el reconocimiento musical, el canto, la ejecución instrumental o la capacidad de componer, son independientes de otros procesos cognitivos, como la memoria episódica o el lenguaje, aunque están íntimamente relacionados entre sí. Así pues, pacientes con demencia en estadios avanzados pueden recordar canciones familiares.
Los estudios realizados valoran el efecto de la musicoterapia sobre los síntomas principales y que más limitan la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de Alzheimer, como los cognitivos (memoria, lenguaje y atención) y conductuales (depresión, ansiedad y agitación). Los síntomas más evaluados han sido los conductuales y emocionales, y entre los cognitivos, la función cognitiva global, la memoria y el lenguaje. La calidad de vida, la autopercepción, la participación y capacidad de comunicación y el impacto social también se han estudiado.
Los beneficios de la musicoterapia en Alzheimer se han observado en la práctica totalidad de los estudios, aunque únicamente se ha podido evidenciar un efecto beneficioso y positivo a corto plazo, que, con el tiempo, desaparece o se mitiga. Además, hay varias limitaciones en los estudios:
* Nota al margen: Curiosamente esta semana también me acordé de ella porque en el libro de Stefan Zweig, Momentos estelares de la humanidad, narra la historia del himno francés y los infortunios de su compositor.